Hoy os voy a contar algo que la mayoría de personas no conocen. Os voy a hablar de Pillo. Si ya sé que no sabéis quien es, pero tranquilos que yo os contaré sobre él.
Fue mi entrenador de baloncesto durante varios años en el colegio, posiblemente los más importantes, ya que fueron los últimos. Durante tres días a la semana (lunes, miércoles y sábados) él me enseñaba baloncesto. Me sentía parte del equipo con apenas once añitos, y en parte fue gracias a él que seguí con un balón entre las manos en vez de entre los pies.
Todavía le guardo un cariño especial, por confiar en mi para subir el balón incluso cuando yo era de las pequeñajas, por elegirme capitana, por dejarme recoger el único trofeo de la liga por delante de Moi, por enseñarme a disfrutar del juego aunque nos cerraran acta, por hacer que entrenara con una sonrisa, por alegrarse de que Ponce se interesara en mi. También por nuestros saludos cuando nos vemos, y que después de casi siete años siga acordándose de mí.
Siempre me han enseñado y transmitido el valor de la gratitud. Por eso hoy quería escribir sobre él, pues es alguien a quien verdaderamente dar las gracias. Sí, este es Pillo. Una persona que estuvo en mi vida alrededor de mis diez añitos, pero que sin duda hoy todavía sigue en mi corazón y guardo un trocito de él.
Además en cuanto al basket en el Picasso… me puedo acordar perfectamente de Cesar, de Guerra, de Mamen y de Manteca. Cada uno de ellos tienen su parte de culpa que yo estuviera mis seis años de primaria en el equipo de mi cole.
Guerra y Mamen fueron las primeras en “acogerme”, las que me enseñaron como se tocaba sea cosa naranja. (y casualidades de la vida, Mamen fue mi profe de practicas de fyq en el instituto). Con Guerra estuve algún tiempo más que con Mamen, ella nos mandaba líneas cuando la cabreábamos, pero en realidad nos quería jajaja, fue una muy buena entrenadora y es una muy buena persona. Luego Manteca quien nunca me entrenó pero que siempre jugaba conmigo, con mi bocata de nocilla, con mi coletero, con mis coloretes… Y César, con su chulería y sus gafas de sol…sólo le tuve un par de añines, pero también le cogí gran cariño por todo lo enseñado. Y él, el de la FMD, pero que nunca supe su nombre, pero que todavía hoy nos saludamos…fue quien me dio los trucos para dominar.
Ellos hicieron que en sus comienzos supiera que hacer con la pelota naranja, y Pillo consiguió que la diera cariño, que la tratara como una parte más de mi, que diera juego a las muñecas, que pusiera alma a los pies…
Gracias, gracias a ti, que nunca te lo dije.
Luego… cuando acabó el Picasso… llegó Ponce… de ahí hay demasiado que hablar, pero más que callar. Quizás algún día consiga contar a alguien todo lo que necesito.
Cesar,Alvaro, Manteca,Elisabeth, Cristian, Guerra,
Carlitos, Marcos, Nora y yo =)
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