Dicen que el miedo paraliza… pero yo no estoy
del todo de acuerdo con esta teoría. Pues es el miedo quien muchas veces marca
el compás de tu vida…
El miedo te susurra al oído que puerta no
debes cruzar y por qué camino puedes correr sin mirar atrás. El miedo se alía
con tu corazón para manejarlo a su antojo…
Pero también el miedo se alía con la
aventura. Tener miedo a las alturas es una cosa… ¿pero quedarse sin admirar las
preciosas vistas?
El miedo te da vida, sólo tienes que saber si
merece la pena arriesgarse y comerse la vida. Si lo mejor que podemos hacer es
pensar tres segundos y actuar o simplemente quedarnos siempre pensando que
pasaría si…
Cuenta todas esas veces que el miedo te ha
paralizado, y enfréntalas a todas esas veces que has actuado frente a él. ¿Con
cuál has salido más vivo?
Actúa, muévete. Juega y pierde, aprende y levántate.
Vuela sin miedo a caer. Regala oportunidades disfrazadas de sonrisa.
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