domingo, 27 de octubre de 2013

EXPERIENCIAS DEL TIEMPO LIBRE

Sonando "du hast" de fondo, algo aparentemente aleatorio en mi lista de reproducción...

Pero en ese preciso momento estaba pensando en mi equipo mientras resonaban las palabras de estos días en mi cabeza. Es fácil vivir y dedicarte al tiempo libre si tienes ilusión, pero es todavía más fácil hacerlo desde el punto de vista cristiano si tienes grandes personas contigo, si ese equipo se cree cada cosa que hace como si fuese la primera y convence a quien tenga la mínima duda, pero sobretodo si entre todos somos capaces de superarnos actividad tras actividad, reto tras reto.

Estoy orgullosa de poder compartir esta experiencia con ellos, no sólo cuando todo va rodado, sino también cuando hay puntos de inflexión. De todos aprendí, todos tienen (tuvieron y tendrán) su propio hueco y son la parte más importante de este camino.
Suelo hacer bastante autocrítica y siempre pienso en aquello que hay que mejorar... y con la fuerza que desprenden no me sobran los motivos para creer en ello y seguir.

Algunos días odio un poco más que otros las responsabilidades, lo que está claro es que siempre me quejo de ellas (podría escribir varias miles de palabras que tengo en la cabeza sobre esto). Suponen un sentido más, pero tengo la suerte de tener buen maestro (en plural incluso), alguien arriesgó y tal vez ganamos todos o estamos más perdidos. No lo sé, aunque esas responsabilidades a veces sean un poco negras, todo lo que en realidad hay de trasfondo le da color.


Quiero seguir adelante, que las dudas me ayuden a superar, que los retos nos hagan ser mejores, que nuestra fuente sean los demás y Dios. Quiero que sea un lugar de unión y no de conflicto, quiero que sea nuestra gran plaza y no nuestro patio particular.

En definitiva cada paso de este camino cuenta más, cada día encuentras un por qué y eso es invisible a todo y a todos.

Esto me gusta, mucho, más bien me enamora.